domingo, 5 de mayo de 2013

¿Dónde estamos?

Escrito el 13 de Diciembre de 2012

Hoy podría ser un día normal, pero no lo es. 
Hoy es un día lleno de nostalgia y de recuerdos, pero no cualquier recuerdo, son historias que se repiten una y otra vez, pero no en mi imaginación, sino en la vida real. El problema es que siempre tiene el mismo final, un final que anhelo cambiar porque no es bello, porque sus protagonistas sufren y lo peor es que la protagonista soy yo y no logro cambiar el guión, aunque lo intento no es posible, porque aunque cambio los caminos, siempre llego al mismo lugar y como Alícia en el país de las maravillas caigo, caigo y caigo,  y cuando por fin logro tocar fondo, estoy en un mundo desconocido en donde hay gente con caretas que me provocan temor y para resguardarme, uso una gran armadura que a penas me deja respirar, con tanto, ya hasta se me olvida "caminar" y me detengo en el camino, aún sabiendo que es el que me lleva al hogar.
Quiero despertar de la pesadilla y darme cuenta que todo es efecto de esas pastillas para dormir de las que en su momento abusé. Quiero despertar y darme cuenta que todo es un mal sueño y al abrir mis ojos poder verte dibujando o escribiendo como solías hacerlo mientras dormía a tu lado.
Lamento llevarte de cuerpo en cuerpo sin dejarte ir, quizás debería hacerlo para que emprendas el vuelo por completo y que tu alma acompañe a tu cuerpo, así ambos podríamos caminar en paz, quizás con distintos rumbos, pero sabiendo que existe para nosotros un mañana de sonrisas y no de tristezas, ya que al fin, esto lo vivimos en otras personas, o quizás sólo tú, porque yo no sé si realmente mi alma está junto a mi cuerpo, quizás está contigo, como la tuya está conmigo y me sigue a donde voy, porque finalmente no la tengo prisionera, he intentado caminar sin ti, pero me alcanzas al yo correr. 
Quizás la inconsciente espera no es más que parte del mismo sueño, o quizás es sólo una pesadilla y cuando llegue el tiempo no pase nada y todo continúe igual... Realmente no quiero saberlo, pero anhelo poder disfrutarlo, no sufrirlo. 
Definitivamente no he aprendido a nadar, tampoco a volar y lo que sé hacer lo dejo de hacer por vivir en ese mundo paralelo en donde podemos estar juntos.

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