¡Qué difícil es avanzar sin las cadenas que significan algunos recuerdos!
Fue en mayo cuando fueron a elegir su casa, la que sería su hogar; habían muchas opciones pero una fue la perfecta, tenia todo como siempre la vieron en sus sueños... Abrieron la puerta y entraron, soñaron en cada habitación, planearon almuerzos, cenas, asados con los amigos, y risas por doquier. Eran felices, o por lo menos eso parecían.
Faltaban sólo unos días para el cumpleaños de ella, cuando él, luego de gritarle su amor a los cuatro vientos desde una ventana, desapareció sin una explicación, derrumbando sueños, cancelando proyectos y dejando un corazón sangrando, el que al no poder permanecer en un pecho herido, deambulo hasta extraviarse.
Hoy él sigue ausente, pero la observa desde las sombras. Siguió el proyecto, pero reemplazó a la protagonista.
Ella, no buscó reemplazo, sino que siguió su camino, alejándose de todos quienes se parecieran en algo a él, pero fue imposible, lo que terminó por encerrarla en una gran armadura que sólo dificulta su paso al caminar.
Hoy se vuelve a repetir la historia... Se siente la frialdad de la separación, de la soledad; no son las mismas acciones pero son las mismas circunstancias.
Ella, en una cama duerme mientras siente la lentitud del tic tac de su corazón, y la presión de su pecho al retener al desesperado corazón que trata de escapar una vez más, antes de volver a ser apuñalado por la deshonestidad .
