viernes, 7 de febrero de 2020

Instantes eternos

¿Hace cuánto que no les brota de la nada una sonrisa que no pueden quitarse del rostro aunque lo intenten? A mi no me pasaba hace muchos años, pero sucedió... hace un par de días que está pasando y es una sensación deliciosa que no quiero que nada ni nadie arrebate, llego a casa y me distraigo pensando, imaginando, y por las noches descanso; llego a trabajar y sé que en cualquier momento del día sucederá como una inevitable explosión y me mantendrá feliz hasta el otro día.

Mientras escribo me pregunto ¿Qué me bloqueó? ¿Por qué me negué a esta sensación tan maravillosa? Escribo y suspiro... Tiempo, tiempo, tiempo, todo es tiempo, pero ahora se trata de un tiempo que no quiero que pase, no quiero que estas sorpresivas “explosiones” terminen, quiero que sean eternas, pero nada es eterno, aunque esos instantes parezcan serlo todo.

De un momento a otro existí y no sé por qué ni para qué, pero estoy, me veo y me gusto, rechonchita y todo... Existo.

Siento un algo en mi espalda, y creo que son alitas nuevas que quieren pronto cumplir su función... Tiempo, maravilloso tiempo que no quiero que pases, quiero que, esta vez, estos instantes sean eternos.