miércoles, 18 de diciembre de 2013

El Regalo

Esa fue nuestra última noche juntos. Por la mañana cada uno partió a sus labores cotidianas de día lunes. Le dejé el desayuno listo como todos los días pero con un regalito, ya que era nuestro quinto aniversario. 
En una vitrina del mall que habíamos visitado el día anterior, vimos una bufanda amarilla de la que se enamoró, decía que la necesitaba ya que sus viajes, por lo general, eran en lugares de mucho frío, y debía proteger su garganta para nunca dejar de cantarme, le gustaba imitar a residente de calle 13, así que no lo pensé dos veces y sin que se diese cuenta, la compré mientras Él pagaba una cuenta. 
En casa la envolví en un papel de arroz color rojo que tenía guardado desde hace mucho, y lo rocié con el perfume que tanto le gustaba, y que me había obsequiado para mi cumpleaños. 
No tuvimos comunicación ese día sino hasta el almuerzo, mi día estaba a full con las reuniones de la empresa, las visitas a los clientes y el viaje extraordinario que me delegaron a Valparaíso, pero no importaba lo estresada que estuviera, oír su voz siempre me daba paz. 
La cobertura telefónica en Farellones, en donde le tocó inspeccionar obras esa semana, era bastante mala, por lo que fue muy poco lo que pudimos hablar. Ya de regreso en Santiago pensaba en llegar a casa y descansar, pero aún tenía que hacer las compras en el supermercado, por lo que una vez en el departamento me baje de los tacos, me vestí sport y como necesitaba relajarme un poco, preferí dejar el auto para así caminar y evitar los bocinazos de la ciudad. Así lo hice, avancé lentamente hasta que una multitud me detuvo, miraban anonadados la pantalla gigante que hay en la esquina del paseo Ahumada con calle Moneda, la que mire asustada después de oír a una señora que se lamentaba diciendo –Ya no más, no quiero saber de otra tragedia- Pero lo único que alcancé a leer fue “Tragedia en la montaña”,  y luego publicidad. Mi corazón saltó, pero pensé –Las malas noticias son las primeras que se saben- y seguí mi camino. Compre carne, un buen vino y la torta de manjar lúcuma, la favorita de Jorge, quería que cuando regresara de trabajar estuviese todo listo para festejar. 

Eran las diez de la noche cuando por fin oí ruido en la puerta y salte de felicidad, pero la puerta no se abrió sino que tocaron el timbre. Miré y era Alberto, jefe y amigo de mi esposo, abrí, y su rostro de tristeza me paralizó, nos sentamos y con dolor me contó sobre el accidente que a mi “George” me arrebató. Después de abrazarme y llorar juntos se marcho, pero al minuto regresó –Se supone que era Él quién te lo entregaría- decía mientras me extendía su mano con un sobre con documentos -Lo recibió esta mañana y nos comentó que no existía mejor regalo para ustedes que este-. Después de despedirlo una vez más, cerré la puerta, abrí el sobre y leí, pero las lágrimas que trataba de contener, volvieron a caer cuando vi que la petición, que por años habíamos insistido, por fin habían aceptado, por fin podríamos ser padres, nos habían aceptado la solicitud para poder adoptar un bebé. 

domingo, 3 de noviembre de 2013

Despertando

Definitivamente no es esta cualquier noche. Creo que estoy comenzando a despertar.

Han pasado 10 meses desde que mi corazón se cerró, porque tras soltar una ilusión de 7 años, no tuvo el valor de volver a palpitar.

Son más de las dos de la madrugada y estoy escribiendo, porque quiero dejar plasmado lo que me está sucediendo. Quizás sea resultado de la perseverancia de alguien o quizás sólo es el tiempo de seguir y dejar de posponerme por quien no camina a mi lado por preferir no verme.
No me es fácil renunciar a lo que puede ser una predestinación, pero creo que todo tiene fecha de caducidad en este mundo. Hay esperanzas que cuestan soltarlas, pero cuando no se ve nada en el horizonte, es mejor no seguir parada y avanzar, después de todo, lo que ha de ser hecho, será y nada ni nadie podrá hacer algo al respecto.

Sé que mis decisiones no les agradan a muchas personas, pero estoy acostumbrada a hacer mi voluntad, no es capricho ni altanería, es querer vivir y disfrutar mi vida. También sé que en la mayoría de los casos debí, no sólo escuchar las voces de advertencia, sino haberles obedecido, pero gracias a todas las experiencias que arrastro, soy la que soy.

Falta poco para las tres de la mañana, y en unas horas más podré volver a tener la capacidad para hacer muchas cosas a la vez,  aunque también por ella deberé dejar otras, pero sé que todo tiene su tiempo;  por eso es que procuré aprovechar el tiempo de libertad mientras la tuve, e hice muchas cosas sólo porque si. Ahora, aunque afortunadamente podré seguir manejando mis tiempo, caminaré con una responsabilidad a cuesta, y está bien, es parte del proceso que vivimos los/las Peter pan cuando debemos enfrentar el hecho de que somos adultos, y lo que significa tomar las riendas de nuestra vida, dejando de depender definitivamente de los demás.

Ha sido un tiempo bello de intimidad con mi creador, de confianza en Dios, quien en todo tiempo ha sido fiel. Ahora es tiempo de que responda y corresponda a quienes han estado por mí.

Es difícil atreverse a caminar cuando cada vez que lo intentas te caes, pero los desafíos son lo que me mantienen viva y llena de energía, como algunos lo perciben.

He estado en “Stand by” por opción, pero eso sólo ha sido frente a quienes realmente no me conocen, porque cuando nadie me ha visto, he hecho muchas cosas de las que no me arrepiento y me alegro haberlas hecho, y por sobre todo, me siento orgullosa de haberlas logrado como esperaba, con éxito.

Debo ahora tomar una decisión radical, que afectará todas las áreas de mi vida. Estoy despertando recién, por lo que sé que no lo haré de inmediato.
Debo abrir bien los ojos, descubrirme, ponerme en pie y caminar.

¿Por qué digo que estoy despertando? Porque me encontré pensando en el futuro y no uno muy lejano. Me vi planificando sucesos que estaban prohibidos en mi mente…  y lo disfruté, lo sentí y lo viví, aunque todo fue en mi mente, porque todo fue producto de mi gran imaginación.

Debo despertar porque ya es hora de levantarme. Ya casi son los 30 en el reloj de mi vida, y aunque el tic tac ha sonado con fuerza cada día, no ha sido fácil soltar las cobijas que me cubren para seguir con ropas ligeras.

Si lees esto y no entiendes, ¡No te preocupes! En algún momento de tu vida, todas estas palabras te harán sentido.  Puede ser que sólo no ha llegado tu tiempo.


D E S P I E R T A, que el mundo no se detiene para cantar una canción de cuna mientras hibernas, pero depende sólo de ti sintonizar la melodía que quieres escuchar para caminar o correr.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Para todo hay tiempo

"Salmos 116:15 
Estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos"

 Hoy vi como este verso de la Biblia, se hacía realidad en la partida de la madre de una linda niña. Ella es adulta, sin embargo no importa la edad que podamos tener, nunca se esta "listo" para la partida de un ser querido.
 Silvia era el nombre de esta madre, quién hasta su último minuto amo a Jehová y confió en Él. Conocerla fue una bendición, ya que su fe me dio fuerzas, porque aunque quien estaba postrada en cama era ella, la que se sentía desfallecer por las circunstancias de la vida era yo. Verla llena de esperanza al orar en la compañía de su hija, sentirla alegre al recibirnos, fue una inyección de esperanza para mi.
 Hoy falleció, fue una noticia que francamente me dejó desconcertada. No creí que este momento llegaría tan pronto, porque la vi hace pocos días atrás, y la lucidez y vitalidad con la que conversamos y nos reímos me hizo pensar que era mucho más el tiempo que quedaba, y que la podría volver a visitar, pero me equivoqué.
 Salí de mi casa camino al velorio. Cuando llegué aún estaba en su cama y me preocupé al pensar en su hija, pero wow!! mi sorpresa fue mayor cuando la vi recibirme con una sonrisa. Definitivamente no hay como la paz de Dios en nuestro corazón. Quizás si no conoces a Cristo y lees esto no lo comprendas, pero te desafío a que lo experimentes, no es necesario un momento de tribulación para ello. El mundo en el que vivimos diariamente nos da motivos para estresarnos... uno de esos momentos puede ser el perfecto para que charles con Dios y le pidas de su paz.
 Una vez ya en su ataúd, mire a mi hermana Silvia (nos llamamos entre si hermanos, porque profesamos la misma fe) y de nuevo wow!... Ella literalmente dormía, y digo literalmente porque eso es lo que sucede con los hijos de Dios, no morimos, sino que dormimos hasta el día en que Cristo regrese y despertemos para estar con Él en esa Gloria mayor que nos espera.  Como decía antes, cuando ella ya descansaba en el ataúd  me volví a sorprender porque en su rostro se reflejaba paz, descanso, alegría, y fueron estas expresiones las que quitaron el pesar y la tristeza que me provocó la noticia.

¿Por qué estoy escribiendo esto? Porque esta situación me entregó muchas lecciones: Amor a mis padres, Amor a mi familia, Amor al prójimo, fe, esperanza y confianza en Dios.

 En el mundo acelerado en el que vivimos, es normal ver como el egoísmo se adueña de nuestras mentes y dejamos de ver al otro, no porque queramos, sino porque nuestra vida tan ocupada sólo nos deja tiempo para nosotros, y si es que, porque a veces también nos despreocupamos de nuestro cuerpo al dejar de dormir y alimentarnos correctamente por trabajar o estudiar. 
 La Biblia nos llama a no afanarnos, pero al dejar de lado esta recomendación nos estresarnos, y junto con ello dejamos a nuestro prójimo de lado, pronto vienen las discusiones familiares, perdemos la fe, la esperanza, el amor, y nuestro corazón se transforma en piedra.
 "Todo tiene su tiempo" decía el sabio Rey Salomón, y que gran verdad es esa. Aprovechemos nuestro tiempo de hijos, y honremos a nuestros padres, Esto no significa que los tapemos de elogios y regalos, lo que no estaría mal, sino que podemos hacerlo entregándoles tiempo de calidad por ejemplo, como dice Gary Chapman en su libro "los cinco lenguajes del amor", refiriéndose a que es una manera de expresar el amor a otros, y esto no sólo a nuestros padres, sino a nuestro entorno.

Mira a tu alrededor ¿Hay personas enfermas, quizás postradas en casa o en un hospital? Ponte en su lugar, ¿Te agradaría que te sorprendieran con una visita? Si a mi me lo preguntan, mi respuesta sería SI. 
 Visitar a mi hermana Silvia fue como dije antes, una bendición para mi, Dios habló a mi vida a través de ella. Su fe fortaleció la mía. Su sonrisa dibujó una similar en mi rostro, y ahora mientras escribo la recuerdo y me emociono. Ella fue un instrumento en las manos de Dios, aún en sus últimos momentos y por eso la honro por este medio, aunque ella nunca lo sabrá, sólo la destaco como ejemplo de fidelidad y confianza en Dios.

 Hay un gran misterio que nos confiesa la Biblia "No todos dormiremos, pero todos seremos transformados", yo ya tengo mi propio significado de estas palabras, aunque si lees todo el párrafo entenderás a lo que se refirió el apóstol Pablo cuando lo escribió, pero te cuento que el mayor misterio, es que esas palabras significan todavía más, y sólo lo descubrirás al tener una relación con Dios.

 Yo ya decidí por Cristo, ¿Y tú ya decidiste?

 Dios te bendice.



viernes, 2 de agosto de 2013

Los peros de mi renuncia

 Quiero renunciar a ti, pero hay algo que me lo impide. Quiero sacarte de mi mente, pero cierro los ojos y allí estás, los abro y te veo.

 Ya son cinco años en que no puedo hacer algo sin que tu imagen me acompañe y no siempre ha sido grato, pero no tengo palabras para expresártelo, ni mis hechos son claros para convencerme.
 A veces creo estar equivocada, pero tras mi duda emergen mil motivos para decir que estoy en lo correcto y me convencen de elegir nuevamente por ti aunque nada vea, porque parece ser más evidente cada día que te has vuelto esquivo, pero todo cambia con tu beso, tu abrazo, tu voz y tu mirada tan mía que me hace sonreír aunque no estés presente.

 ¿Qué es lo que realmente pasa entre tú y yo?
 ¿Se teje el futuro en secreto de alguno de nosotros?

 De lejos observo nuestras conquistas y no encuentro cimientos, ¡mucho menos algo construido! sólo veo banderas por doquier, pero nada solido en que posarse.

 En estos años he intentado besar sin mirarte, pero ha sido en vano. He acariciado, pero tras ello me he sentido culpable. Me he entregado a un placer que no es el tuyo y por lo mismo realmente tampoco ha sido el mío, dejando tras ello sólo vacíos.

 No quiero necesitarte. No quiero esperarte más, pero si te dejo de lado me postergo, porque te siento tan mío que no me siento completa si no te incluyo en mi camino, aunque no estés a mi lado, ¡ni siquiera sé dónde estás! porque te veo reír y dialogar con el pasado que se confunde con tu presente, mientras el mío corre para no regresar a lo que me alejó de ti.

 A veces ya no sé si realmente esto es algo divino, porque me produce un poco de afán, pero todo cambia cuando me conforta esa inconfundible paz que emana desde lo alto, y aunque te veo rodeado, no hay temor ni preocupación ¡Es una mezcla tan absurda! pero aún así no me confunde, aunque a veces provoca que quiera escapar y lograr estar lejos de ti, pero no existe el ser que logre borrarte de mí. Pareciera que ya estás tatuado en mi mente.
 No me gusta esta sensación de pertenencia, porque no soy tuya, aunque nos pertenecemos.
Quizás ambos estamos corriendo del otro en una rotonda sin salida, y es evidente que tu capacidad de distracción es mayor que la mía, aunque mis actos de indiferencia son más eficaces que tu perfecta estatura, con la que me juzgo por lo que fui, mientras te halago y te amo por lo que eres.
 ¿Creerás que no estoy a tu altura? Porque a veces lo pienso, y por ello me esfuerzo por recuperar mi posición, pero todo pierde sentido cuando me doy cuenta que no es por mí y me detengo, pero esa  simple frenada me significa tiempo perdido, porque mientras me detengo, tú sigues avanzando con quien encuentras en tu camino. Realmente no se quienes son, porque me parece que usan caretas... ¡No sé si ellas conocerán su identidad! creo que no, pero lo que si sé, es que obstaculizan mi camino cuando como espías me vigilan, me rodean, me empujan y golpean, aunque sus actos no me dañan, sino que me fortalecen, y mientras todo esto sucede, tú sólo miras a la distancia. ¿Qué observas? ¿Qué esperas? ¿Qué debo esperar? ¡Ya no quiero esperar más! No estoy aburrida, pero no me gusta la idea del “training”, supongo que lo agradeceré mañana, pero quiero disfrutar también hoy. 
 Sé que todo tiene su tiempo, pero necesito saber en qué tiempo estoy, quisiera poder entender cada etapa, para así poder dar con certeza cada paso en mi camino, como parece que lo haces tú.

 Intenté dos veces reemplazarte, pero ambos prospectos me enviaron a tus brazos. Aunque intenté negarte, sus argumentos de complemento fueron más fuertes que mis inventos de atracción. 
 Realmente son extrañas las consecuencias de tus actos en mi.

 Alguna vez alguien me dijo que somos como el complejo llave-cerradura, pero ¿Qué es lo que destinamos? ¿Qué falta por construir para habitar y vivir en plenitud?
 Quiero renunciar a la incertidumbre, pero entre más lo intento, más te aferras a mí. 
 No entiendo y no sé si me competa entenderlo ahora, sólo me sé enamorada y admitirlo ha sido mi pozo de agua que me ahoga y a su vez me da vida.

 Quiero lo mejor para ti, pero no sé si me querrás...

 Creo que mientras llegan las respuestas seguiré caminando con tu sombra, la que sólo pesa cuando un balde entra por el agua que es iluminada por mis ojos, los que quizás debiera cerrar para evitar que la quieran beber.

 Hoy te vi y me viste, me besaste y te besé, te hablé y me hablaste, pero volteé la mirada y te fuiste.

No quiero que mañana sea igual, por eso quiero renunciar a ti, pero no sé si esa sea una opción para nosotros, y realmente no sé si lo que quiero es renunciar a ti, creo más bien que quiero que se terminen los “peros” y que el tiempo de esperar llegue a su fin.

jueves, 4 de julio de 2013

Dormir sin ti

Esta noche procuraré dormir sola.
Desde la última vez que me tuviste entre tus brazos, tu presencia se quedó allí, pegada a mi piel.
Te extraño, necesito tu pecho para descansar, pero paso la noche en vela, porque ya no estás aquí.
Tu aroma busco en mis sábanas, pero sólo queda un rastro entre mis ropas, y así cada día te pierdo más.
Procuraré cerrar los ojos y dormir sin pensarte conmigo, sin imaginar que al apagar la luz de mi habitación, me esperaras en el lecho.
Necesito tu aroma, ese que tan sólo al sentirlo me llena de paz y tranquilidad, con el que no me duermo de sueño, sino que me cobijo en la confianza y seguridad que me provoca tu presencia.
Procuraré dormir sin imaginar que me acaricias con tus manos heladas que me encantan, que me relajan, que me llevan a apapacharme en tu pecho mientras recorres mi espalda.
Dormiré sin ese beso de buenas noches, ese que despierta a la que en el día duerme.
Dormiré sin tus labios en mi cuello, que hace mi cuerpo estremecer...
Procuraré no soñarte, porque no querré despertar, porque en mis sueños estás conmigo y no importa nada más.
Dormiré, pero extrañaré tus caricias al despertar. Necesitaré el beso que despierta a la que descansó sobre tu pecho, la que susurró que te amaba, la que disfruto tus brazos que nos hicieron uno.
Procuraré cerrar los ojos como lo haces tú sin recordar. Procuraré despertar sin extrañar tu presencia, tu voz ni tu aroma. Procuraré seguir el camino como tú, sin que me importe nada, pero sé que esto no lo lograré, porque yo no sé entregarme sin amor, no se besar sin querer parar, no sé grabarme en las mentes para irme sin que puedan olvidar. No sé decir te amo para mentir, no sé fingir deseo sin que sea una realidad, no sé solucionar las cosas con un "te quiero" de mentiras, porque me gustan los helados, quiero a mi gato, pero te amo y te deseo sólo a ti...

Procuraré olvidar, aunque sé que al despertar mañana te buscaré entre la multitud, miraré por la ventana buscando tu rostro; pero procuraré también detener y callar, mis manos y mi voz para no declararte mi amor en frases ni en palabras, ¡Al fin que las palabras se las lleva el viento!, esto es lo que de ti aprendí yo...

domingo, 9 de junio de 2013

En un abrir y cerrar de ojos

Sentado, acompañado de Anita comienza el recorrido como todo los días al Parque Central. Al parecer, la vida es una rutina para todos, hasta que de un segundo a otro para alguien puede cambiar, quizás para un imprudente conductor, un transeúnte distraído o quizás otro que se cansó de luchar.Por la calle se ve gente trotando y otros que corren para ir a trabajar, micros, autos, bicicletas, motos y taxis, la señora de las sopaipillas y el vendedor ambulante. Todos en su ritmo habitual. En la esquina está el paradero del Transantiago. La gente comienza a juntarse porque a lo lejos la micro se ve venir, jóvenes, ancianos, escolares y señoras que van a trabajar, algunos suben pero otros regañando sólo esperan la siguiente que viene después de la que los dejó atrás.Ya son las siete y media de la mañana y su entrada a clases es a las ocho y media, corre porque se quedó dormido, estuvo estudiando hasta la madrugada, no tomó desayuno porque no alcanzó a comprar pan y el café solo, le provoca malestar. Tiene treinta años y por fin logro venir a Santiago a estudiar, vive solo en la capital en un cuarto que con su trabajo de fin de semana pudo alquilar. Los estudios los paga con la beca que por buen deportista logro ganar, medallas y trofeos adornan las paredes y muebles de sus padres en Tocornal. Suena su celular, es su novia que le llama para confirmar que esa mañana emprendía su viaje a Santiago, por la tarde ya la podrá abrazar, ella viene a trabajar para el próximo año también estudiar. Emocionado contesta, mientras a lo lejos ve venir su micro, al parecer viene con pocos pasajeros por lo que podrá retomar su lectura, tiene prueba en la primera hora y por la beca, un rojo no se puede sacar. Un grito desesperado lo hace voltear y la luz la volvió a ver, pero en la sala de un hospital, -Hay alguien que aún te quiere aquí- le dijo la enfermera mientras lo volvía a inyectar.Los días pasaron, el alta llegó, enfrentar todo costó, pero con su amada a su lado con valentía lo sobrellevó. Ella trabaja por las tardes pocas horas, ya que por lo pronto les alcanza con la pensión y por las mañanas, como todos los días después de desayunar, salen juntos al parque a pasear, Él sentado en la silla de ruedas que Anita empuja al caminar.

domingo, 2 de junio de 2013

Etapas para volver a volar

No importa si es por muerte o porque se termina una relación, hay duelos que cada uno en algún momento de la vida TIENE que vivir, -¡Experiencias necesarias para madurar!-, es lo que muchos exclaman cuando te ven mal y sólo después de mucho caminar, te das cuenta que decían la verdad.
La muerte es el hecho que nos separa de forma permanente de quienes amamos, mientras que un engaño o el creer que se acabó el amor en una pareja es lo que nos aleja de esa persona, sólo que muchas veces deja la ilusión de volverla a encontrar, ya sea para amar o sólo para saludar. Sentimientos encontrados son los que nos embargan luego de la separación, tristeza, odio, desamor, pero también esperanza o ilusión por todo aquel amor que se entregó.
¿Cómo seguir cuando parece todo haber acabado? Parece ser la primera pregunta que se nos viene a la mente después de haber decidido seguir, pero mil  recuerdos parecen posarse sobre nuestra cabeza, los que nos obligan a quedarnos en el lecho con el sólo deseo de dormir para después despertar y ver que no es más que una pesadilla y así poder arreglar todo lo que se estaba haciendo mal, o disfrutar al máximo y hasta el último instante con el ser amado, pero después de tanto dormir y por fin despertar, te das cuenta que la dura realidad es que esa persona realmente ya no está, sólo sus recuerdos, quizás su aroma y su imagen en fotografías pero nada más, y aunque quisieras volver el tiempo atrás, te das cuenta que aunque luches o lo desees con todas tus fuerzas, eso no es posible y el dolor te lleva sólo a  llorar, los amigos y familiares con mil palabras comienzan a argumentar que no tienes por qué llorar, y aunque tienen razón, nada parece importar, sientes que nada tiene razón de ser, que nadie entiende tu dolor, el sol parece no brillar y el frío se apodera de tu cuerpo, parece que a los pájaros se les olvido cantar y hasta las flores parecen perder su color, pero no es verdad, todo sigue su curso normal,  sólo que uno ya no ve igual, algo falta para poder vivir y prefieres la soledad, ya no hay deseos de comer ni de salir a pasear, de disfrutar la lluvia o sentir la brisa del mar, ya nada importa. Quienes te rodean empiezan a murmurar que estas con depresión y te tratan de ayudar, pero como no quieres inspirar lastima, comienzas a sonreír en frente de los demás, tal como los payasos cuando deben salir al show. Para todos todo sigue igual, menos para ti, sólo que es más fácil fingir que estas bien que realmente volver a ser feliz, pero un día sin planearlo ni buscarlo, todo lo que sientes se vuelca dentro de ti y comienzas a culpar a Dios de la muerte de esa persona o comienzas a odiar a quien te dejó y esa tristeza por el amor que sentías se convierte en odio y rencor, tus actitudes comienzas a cambiar tan bruscamente que a todos quienes te rodean no logras más que descolocar y nuevamente la preocupación de ellos hacia ti se vuelve a tornar porque saben que no es tu real personalidad, te tratan de distraer, te presentan nuevas personas con el fin de que olvides y eso te enoja porque no quieres pensar en nadie más que en ti, piensas que ya has perdido mucho tiempo dando a otros todo el amor que nadie a dado por ti  y que nadie merece todo lo que eres capaz de amar y tratas de dar a entender que no dependes de nadie más, por lo que de nuevo te empiezas a alejar de quienes desean tu bienestar y sólo después de semanas, meses o quizás años, de un segundo a otro, todo vuelve a tener color, sientes deseos de vivir, de cantar, correr y saltar, ya los recuerdos pasan a ser historias que quieres en un libro estampar y compartir con todos para que nadie más lo vuelva a experimentar, y sientes deseos de volver a empezar, tomas tu agenda y celular, llamas a los amigos que por mucho tiempo dejaste de ver, aceptas por fin las invitaciones que por tanto despreciaste y la pasas tan bien que te preguntas ¿Por qué no lo hice antes? Miras atrás y te das cuenta de todo el tiempo que ha pasado en el que hasta seres amados dejaron de estar y no te enteraste porque preferiste vivir en soledad, por uno de tantos que esta vida te presentará, te visita el remordimiento, pero esta vez ya no piensas igual y realmente te sientes con fuerzas y ganas de vivir, por lo que decides que ya no quieres ser un búho sino un águila para poder así levantar las alas y volver a volar aunque las montañas parezcan estar muy altas, pero ya nunca más volver a estar en oscuridad, ¡y lo haces! sonrisas comienzas a regalar y aunque la imagen de esa persona vuelva a aparecer, ya no te causa dolor, sino que eres capaz de recordar y reírte del ayer, al fin que siempre diste lo mejor de ti, nunca fingiste ni engañaste. Si no te amó, Él lo perdió, fuiste feliz a su lado y es lo que le agradeces ahora, como también su lejanía, porque eres capaz de darte cuenta que gracias a ello hoy eres más fuerte y creciste, aunque en algún momento fuiste débil y te rendirte, pero también tuviste la capacidad de levantarte y seguir, ahora tu sangre corre a toda velocidad por tus venas y tu corazón late con tanta fuerza que quieres a todos contagiar, la vida es corta y se debe disfrutar, nadie sabe hasta que día a Dios le plazca regalarnos el respirar, todos nacemos con un propósito y quizás el dolor que nos cause una vivencia, sea la historia o palabra necesaria que otro necesite oír para seguir.
 La Biblia dice: “No nos cansemos pues, de hacer el bien, que a su tiempo segaremos si no hubiésemos desmayado” Que gran verdad, ojalá al momento de comenzar el duelo por la separación recordáramos estas palabras y nos diéramos cuenta que la mente del ser humano es tan engañosa que nos limita a ver hasta donde podemos alcanzar, al punto que algunos prefieren “desmayar” en el camino y nunca logran alcanzar la felicidad.
El ser amado ya no está, quizás la lápida hoy debas visitar y despedirte por fin, quemar cartas y fotos del que prefirió estar sin ti, dejar espacios en el cajón y en la mente para guardar nuevos recuerdos, siempre será mejor que tenerlos ocupados con recuerdos pasados que ya tuvieron su fin. 
Vive y sé feliz.

martes, 28 de mayo de 2013

Sueño que es pesadilla

Como película del chico rudo todo vestido de cuero, que encuentra a su chica desprevenida, la toma de la cintura y la besa... Miles de suspiros ante esta imagen al sólo imaginarlo ¡recordarlo! porque fue real.
Después de una tarde de trabajo, cuando lo único que quieres es ir a descansar, se presenta la invitación de la única persona a la que no puedes decir "NO", después de todo, un helado y buena compañía, es un excelente panorama para distraerse y quitar el estrés laboral. 
Caminaron, interrumpidos a veces por los silencios que incomodan, los que se esfumaban después de las tímidas sonrisas que nacían cuando sus miradas se cruzaban. 
La elección del helado fue difícil, porque no era lo que realmente se deseaba, sino algo más.
El mall nunca había sido tan grande y los nervios jamas le habían hecho hablar tanto y tantas cosas a la vez, pero a ella sólo le parecía escuchar el latir de su corazón, el que oía tan fuerte que creía que cualquiera lo podría escuchar. Pero toda esta tensión terminó después de escuchar "CÁLLATE" para luego sentir por primera vez esas manos estrechando su cuerpo y esos labios tan deseados acariciando los suyos... 
Fue un sueño que finalmente resulto no ser más que una pesadilla de la que le ha costado despertar, pero así fue el primer beso, el mismo que la marco hasta hoy, el mismo que hoy la somete y le hace entender que no ha despertado aún, y que sólo soñaba que despertaba, para luego volver a dormir y tratar de por fin despertar...

martes, 21 de mayo de 2013

Eras tú ¿Verdad?

Como un día cualquiera pero distinto a la vez, sales de casa y todo es a tu favor, incluso el semáforo da verde en cada esquina. En la radio del colectivo se escucha tu canción, tu equipo favorito mete goles por montón y el sol resplandece haciendo aún mejor el día.
Miras a cada lado y sólo lees "sigue adelante", "no te arrepentirás" "llegó el día", te sorprende y ríes al pensar que son mensajes subliminales, pareciese que la publicidad de las calles te alentara a algo que no sabes qué es. 
Luego lo ves, parado esperando por ti, le regalas una gran sonrisa y aunque es la "primera vez" que lo ves, tu corazón no quiere escapar del pecho ni tus manos transpiran de nervios, porque es como que siempre estuvo allí, que no es la primera vez, sino el "momento" de verle, de re-encontrarle.
No fue una conversación normal de preguntas para conocerse sino para "reconocer", fue extraño, pero ya sabía muchas cosas sin que él las dijera.  Sus ojos y miradas muy normales, me hacían sonreír.  
Sus palabras, aunque eran las mil veces escuchadas pero en distintas voces, esta vez eran creíbles.
Sus bromas sacaron las carcajadas que parecían estar dormidas.
Estrechó su mano a la mía, su beso, su abrazo, todo era muy familiar, todo tan mío, todo tan "nuestro".
Extraña es la sensación al leer y al escribir, pero, ¿Qué se hace con esto?
La luna acompañó la caminata por el parque deshabitado, quizás había otros, pero sus presencias no percibí. 
Lecturas entre líneas en muchas palabras que sólo nos llevaron a "amar" y no fue nuevo, su rostro ya lo conocía, nuevamente su beso y su abrazo, fue todo algo ya vivido, ya disfrutado y en ese momento, deseado.
Después del descanso le contemplé y vi nuevamente el rostro del hombre al que "amé". 
Un estruendo le hizo abrir los ojos y una sonrisa regalo, palabras que me hicieron reír nuevamente brotaron de sus labios ¡Me encanta! Pero no me tiene que gustar, ¡ya se fue una vez!, lo recuerdo como si fuese ayer, pero sé que no es el mismo ser, porque es otro cuerpo, pero es él. (Me da miedo decir su nombre).
Me recosté sobre su pecho y me deje consentir, pero la hora avanzaba amenazante a la paz que se sentía.
Un beso nos separó, cada cual a su rutina, cada uno siguió por su lado. ¿Realmente eras tú? Me encantó volverte a tener cerca, pero ya no quiero que te vuelvas a ir, quiero que te quedes a mi lado para siempre, pero no sé si será ahora nuestro tiempo.

sábado, 18 de mayo de 2013

Paciencia

Escrito el 16 de Enero de 2013 

Determine que comenzaría a conocer a la no bien estimada para mi, señora "paciencia". 
Soy una persona totalmente impulsiva y el año que recién pasó arruiné y perdí cosas y ocasiones valiosas por ello, y es por eso que decidí hacer algo al respecto, pero francamente cada minuto que pasa se me hace más difícil cumplir esta "misión". 
Creo que esta es la semana más larga de mi existencia, me he amarrado las manos, he aprendido a contar hasta seis, me he mordido la lengua, he bajado la mirada, he dejado de reclamar y hasta he apagado el celular, pero la verdad es que creo que en cualquier momento me da el ataque de colon de nuevo y será sólo de nervios por no "explotar"; es realmente una tarea difícil, o por lo menos está siendo para mi. Esperar para mi significa demasiado, me siento estresada con todo y me pregunto, ¿Cuántas de todas estas cosas, o situaciones valdrá realmente la pena esperar? 
En una semana han pasado varias cosas, la mayoría han sido gratas y hasta sorprendentes, pero nada de todo esto lo disfruto, porque estoy pendiente de respuestas. Realmente ni siquiera ha sido una semana, sino apenas tres días. Siempre trato de "cubrir" todo para así no "esperar" nada, pero ahora sólo me queda que terceras personas "decidan", y esto no es parte de "mi plan".
Es raro lo que me pasa, porque aunque nadie me restringe, me siento sin libertad de acción por el hecho de esperar. 
No sé cuántos se han sentido así, ni tampoco sé cuánto tiempo aguante sin intervenir en algo, pero lo que si sé bien, es que es realmente angustiante. Si alguien sabe algún secreto, cuéntemelo, ¡¡¡PERO AHORA!!! 
Lo más terrible es que nadie sabe como se solucionan estas cosas, porque no hay nada que solucionar, sólo se trata de bajar las revoluciones.
Estoy aprendiendo que debo dejar de correr. Debo sentarme en una roca en el camino y esperar que mi alma alcance a mi cuerpo que se adelantó por ir yo corriendo (Coelho).
No se que me depara el mañana, porque no está en mis manos. Realmente nunca lo ha estado. Siempre he sabido que para mi las cosas ya están determinadas y las cosas que tanto anhelo y deseo se han tardado sólo porque al querer todo al instante, he tomado atajos que sólo me han llevado a alejarme más, ¡¡Y vaya que atajos!! los más insólitos, los que ahora miro y me causan risa, rabia y hasta vergüenza.
Por lo pronto creo que sólo me queda aferrarme una vez más a la Palabra, y recordar lo que escribió el Apóstol Santiago sabiamente hace mucho tiempo atrás "Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia" (1:3).

SÓLO ME RESTA... ESPERAR.

martes, 7 de mayo de 2013

Reflejo de la vida

Hace un tiempo conocí a un joven príncipe, un hombre alto de cabello castaño, de tes clara, ojos bellos y nariz perfecta. Lo vi y me enamoré. 
Pronto me vio, y en su doncellita me convertí. 
Juntos caminamos en busca de su reino, el que nunca conocí. Recorrimos montes, disfrutamos de la pradera, compartimos atardeceres y el sol cada mañana nos despertó. Nos abrazamos bajo la lluvia, saltamos charcos y enfrentamos las batallas más duras, pero al llegar a una quebrada, me di cuenta que no era un príncipe, era sólo un hombre al que idealicé y amé, pero no lo amé a él, sino a lo que yo aspiraba que llegara a ser.
Hoy no me gustan los príncipes, prefiero los vampiros, porque por "amor" se atreven a caminar de la mano de su amada a plena luz del día, no les temen al sol con tal de hacer feliz a "su pequeña" compañera, y disfrutan regaloneando por las noches. No muerden, sino que besan y acarician. No causan dolor, sino placer y sonrisas. En este caso hablo de un hombre real, lo toco, lo acaricio, lo beso y siento su respirar, el latir de su corazón, e inclusive sus nervios con su temblar, es un ser humano con defectos como todos, pero ¿Quién soy yo para juzgarle? Me acepta tal y como soy, me hace sentir orgullosa de quién soy y de lo que hago, y planea un mañana a mi lado. ¿Qué más puedo pedir? Que conozca al amor que yo conozco para que pueda amar como yo. ¡¡Eso es lo que falta!!, y quizás eso sea lo que mañana nos separe. No lo sé. 
Pero ¿Debo cuestionarme el mañana si hoy me siento feliz y en paz?? 
Cada día tiene su propio afán, dijo el sabio Salomón, todo tiene su tiempo, y hoy es el día de sonreír, el mañana sólo Dios lo conoce, Él ya tiene todo escrito para nosotros.
Hay personas que se nos cruzan en nuestro camino para quedarse, y otras sólo para acompañarnos en algún trayecto de nuestra vida, con algún propósito, quizás para ayudarnos a cruzar un río, para cubrirnos de la lluvia, para saciar nuestra sed cuando el sol es agobiante, para hacer brotar sonrisas cuando existe sequía en el corazón. 
Hoy agradezco a cada uno de esos seres que como ángeles han sido parte de mi vida. Algunos siguen estando presente en el tiempo, les llamo amigos. Unos están porque se les designó estar en un determinado lugar, a ellos les conocemos como familia, mañana llegará un par de angelitos a los que llamaré hijos.
Soy feliz de ser quien soy, porque sé que así cómo otros han sido bendición para mi, para algunos también he sido algo de todo lo que yo ya mencioné. No sé cómo me recordaran o si es que aún lo hacen, sólo se que vamos dejando huellas, y hay quienes las dejan en nosotros, por eso hay que tratar de no dar un pie en falso y fijarse donde damos cada uno. No estamos solos en este mundo, hay miles de seres más a los que les puede afectar nuestras acciones, como en "efecto mariposa"; nuestros actos puedes repercutir en el mañana, como la imagen de la difunta estrella que vemos en el firmamento. Disfrutemos la vida procurando no dañar a los demás, sino de alguna manera contribuir a su alegría y paz. "No nos cansemos pues, de hacer el bien, que ha su tiempo segaremos, si no hubiésemos desmayado", escribió el apóstol. No nos aferremos del pasado, ni divaguemos en el futuro, disfrutemos el inmenso regalo de Dios, llamado presente. 
¡¡Sonríe!! que tu sonrisa puede iluminar el camino de quien te mire. 
¿Mañana? No sabemos si existe, sólo tenemos la certeza de que tenemos un presente y un pasado que quedó atrás y del que sólo debemos rescatar lo aprendido, porque remediarlo es imposible. 
Lo hecho, hecho está. "Maktub, ya está todo escrito", dice Coelho, y soy una fiel creyente de que los designios de Dios son perfectos, porque todo lo hizo correcto, para su tiempo, ¡¡Ojo!! No nuestros tiempos, así que despacito por las piedras, que si corres te puedes caer, luego no digas que nadie te lo advirtió.

domingo, 5 de mayo de 2013

¿Dónde estamos?

Escrito el 13 de Diciembre de 2012

Hoy podría ser un día normal, pero no lo es. 
Hoy es un día lleno de nostalgia y de recuerdos, pero no cualquier recuerdo, son historias que se repiten una y otra vez, pero no en mi imaginación, sino en la vida real. El problema es que siempre tiene el mismo final, un final que anhelo cambiar porque no es bello, porque sus protagonistas sufren y lo peor es que la protagonista soy yo y no logro cambiar el guión, aunque lo intento no es posible, porque aunque cambio los caminos, siempre llego al mismo lugar y como Alícia en el país de las maravillas caigo, caigo y caigo,  y cuando por fin logro tocar fondo, estoy en un mundo desconocido en donde hay gente con caretas que me provocan temor y para resguardarme, uso una gran armadura que a penas me deja respirar, con tanto, ya hasta se me olvida "caminar" y me detengo en el camino, aún sabiendo que es el que me lleva al hogar.
Quiero despertar de la pesadilla y darme cuenta que todo es efecto de esas pastillas para dormir de las que en su momento abusé. Quiero despertar y darme cuenta que todo es un mal sueño y al abrir mis ojos poder verte dibujando o escribiendo como solías hacerlo mientras dormía a tu lado.
Lamento llevarte de cuerpo en cuerpo sin dejarte ir, quizás debería hacerlo para que emprendas el vuelo por completo y que tu alma acompañe a tu cuerpo, así ambos podríamos caminar en paz, quizás con distintos rumbos, pero sabiendo que existe para nosotros un mañana de sonrisas y no de tristezas, ya que al fin, esto lo vivimos en otras personas, o quizás sólo tú, porque yo no sé si realmente mi alma está junto a mi cuerpo, quizás está contigo, como la tuya está conmigo y me sigue a donde voy, porque finalmente no la tengo prisionera, he intentado caminar sin ti, pero me alcanzas al yo correr. 
Quizás la inconsciente espera no es más que parte del mismo sueño, o quizás es sólo una pesadilla y cuando llegue el tiempo no pase nada y todo continúe igual... Realmente no quiero saberlo, pero anhelo poder disfrutarlo, no sufrirlo. 
Definitivamente no he aprendido a nadar, tampoco a volar y lo que sé hacer lo dejo de hacer por vivir en ese mundo paralelo en donde podemos estar juntos.

sábado, 4 de mayo de 2013

Ella y Yo


Escrito en Marzo 2011.

Era un día normal como a diario en la gran ciudad. Todo tranquilo porque no había nada que despertara mi curiosidad. Nada nuevo, todo igual. Ya estaba apareciendo la terrible rutina. 
Una noche en donde el ambiente llamaba al amor, todo cambio...
Sentía esa sensación en el aire, eran baladas, dulzura que llenaban mi alma y me hacían sentir enamorada.
De la nada despertó ella alborotada. Bastó sólo una mirada para hacerla regresar al mundo real. Con todo quería arrasar, sabía que tan sólo con su mirada todo lo que quería lo tendría; no me gusta esa mujer caprichosa, que toma y deja sin medir consecuencias, que actúa sin sentimientos utilizando todo para provocar, sin importarle que el amor quede en último lugar. 
El temor de volver a dañar me paraliza, nada bueno recuerdo de esos tiempos en que ella hacía y deshacía sin  preguntar. 
Prefiero mi tranquilidad, mis caminatas solitaria por la ciudad y las tardes de jazz. 
Pensar en lo que amo, me ayudó y aunque la lucha fue inmensa, esa noche vencí.
Llegó el fin de semana - Es mi oportunidad- pensaba ella; las caricias y las miradas fueron sus mejores aliadas, fueron ellas las que lograron debilitarme y por más que traté de resistir, me dormí. Creí que descansaba, pero sólo era yo la que dormía, porque al despertar y ver quién me acompañaba en el lecho, me bastó para saber que ella había ganado esta vez.
Salí de allí buscando alcanzarme, pero no lo logré, solo conseguí cansar mi cuerpo al correr.
Una nueva semana comenzó y ella no dejaba de hablarme de aquel chico que la hizo vibrar. Yo, cantaba en voz alta para no oírla, porque cerca de Él no podía volver a estar.
A diario caminé hacia cualquier dirección para escapar y con fuerza la arrastraba a mi lado para que no me volviese a ganar, pero mientras más corría, con más fuerza ella avanzaba hacia Él, cada día se fortalecía, mientras yo cada día me debilitaba.
Me aferré de mis temores y luché, pero sin darme cuenta me encontré de nuevo en sus brazos. De su alma me volví adicta, roce sus labios y de sus besos me enamoré. 
Ahora no sé quién soy, mis luchas son en vano porque no sé a dónde acudir. Quiero mi soledad, pero sin querer Él es mi soledad. Quiero aventura, pero Él es mi aventura, tengo miedo, ya no sé a qué dirección correr, ¡Ni siquiera sé si realmente quiero correr!, me siento confundida, siento odio mientras lo amo, siento rabia mientras lo extraño, siento vergüenza mientras lo sueño, siento pudor mientras lo deseo, ya no estoy segura de saber quién es la que habla ni tampoco quién es la que escribe.
Una nueva y extraña sensación me hace creer que esta batalla nuevamente la gané, mientras que mis lágrimas me dicen que otra vez la perdí...


viernes, 3 de mayo de 2013

Jehová dio, Jehová quitó, sea el nombre de Jehová bendito (Job 1:21)


Cuando se pierde a un ser querido nos planteamos muchas preguntas y vamos entendiendo los ciclos de la vida.
Inevitablemente aceptamos que las cosas ocurren independientemente de lo que deseamos o esperamos.

Pienso que lo natural es nacer y morir, pero cuando a un ser querido le llega la hora, parecemos no estar preparados, como si fuera algo que nunca pudiera ocurrir, como si estuviera ajeno a nuestra condición de humanos. 
Cuando ese día sucede, es cuando recién pensamos en ¿Por qué no disfrutamos de esa persona?, ¿Por qué no aprendimos de ella?, ¡¡¿Por qué?!! Muchas preguntas que tienen su dolorosa respuesta, pero tras ella una enseñanza por los que aún siguen a nuestro lado: vive con plena conciencia cada segundo, disfruta cada paso de la vida, y acepta todo lo que ocurra con alegría y buen carácter.

No deseo la muerte de nadie y menos de un ser querido, pero si deseo que hasta que esa hora llegue seamos capaces de vivir la vida, sin pensar tanto en lo que pasará y siendo más conscientes del presente, de lo que acontece en cada instante, por muy cotidiano que parezca. Para entender esto sólo hay que quitarse “el traje de romano” y abrir un poco nuestro corazón, sin miedo, y aceptar a los que nos rodean, disfrutando de ellos sin tantos prejuicios.

En realidad, pienso que la muerte no existe, sino que únicamente en un plano físico alguien deja de estar, y ello me provoca la pérdida del miedo a vivir la vida, sin tapujos, aprovechando cada respiración hasta que por suerte, porque Dios quiera o porque simplemente tenga que ser así, muera. 

Por eso no hay que PRE-ocuparse. 

No me cabe duda que tras la muerte, para las grandes personas están reservados los grandes lugares. Terrenalmente podemos decir que ese gran lugar es un regalo y ese regalo es permanecer en los corazones de los que te han querido. Eso significa ser eterno y en la eternidad se es inmortal, pero para los que amamos a Dios la muerte no existe, es sólo dormir para despertar cuando Papá nos regrese a buscar.

jueves, 2 de mayo de 2013

¡Qué siga la función!


¿Cómo empezar? 
Situémoslo en un hermoso parque lleno de grandes y frondosos árboles con pasto por doquier donde descansar. Cálidas aguas cristalinas en donde sumergirse, mientras se disfruta de la melodía de la naturaleza alrededor, pero faltaba algo. 
Rodeada de seres, pero sola al fin... 
Mientras, continuó regalando sonrisas y risas por donde transitaba, las que hacían resaltar más su propia luz, pero en su recorrido y en la cúspide de SU plenitud, lo vio y se encantó. Si, esa es la palabra precisa, "se encantó". Nada más perfecto que la copia de su mismo reflejo fue lo que la cautivó, la igualdad de su caminar, su forma de razonar la envolvió al punto de no ver más allá, sino sólo veía lo que realmente quería ver. 
Se propuso metas y todas las cumplió, de tal manera que su alegría la hizo descansar, pero en medio de un gran resplandor despertó y de todo aquello que antes disfrutó y amó, muy poco encontró, sólo quedaban algunos árboles que le protegieron del ardiente sol que amenazaba con dañar su piel. 
Esas aguas que limpiaban su pensar, ahora incluso traen piedras consigo y le dificultan soñar, dejando en evidencia su dependencia a lo que ya no se siente merecedora, por entregarse al mismo tiempo a dos seres tan distintos como el agua y el aceite. Abrió sus ojos y sólo contempló el cristalino río torrentoso, al que le teme y la confunde ante la espera del cumplimiento de los designios, los que ya no son secretos, pero que tampoco están en el presente, sino en lo venidero. 
¿Cómo puede avanzar sin aceptar la compañía que le dan? 
La soledad que tanto disfruta también la endurece, pero el frío la hace buscar la calidez en incluso aquello en lo que ya no cree, teniendo que actuar en ese gran escenario en donde hasta el "Óscar" merece ganar.
Pero, ¿Qué sucede al volver al camarín? Sólo están las grandes luces que le hacen ver su verdadero reflejo, y es cuando decide, una vez más, seguir con el guión.
Al parecer está así ya todo escrito... ¡¡¡¡ACTITUD!!!! Luz, Cámara y Acción... Volviendo a dejar todo detrás del telón... 


Reflexión en el camino

Llegado hasta aquí con dificultad, y a veces hasta en soledad, incluso viendo las espaldas de quienes más he amado, hoy me pregunto ¿Cuánto camino aún me queda por recorrer hasta llegar a mi destino?
Sé que tendré que seguir escalando altas montañas, tan altas que a veces me han hecho creer que no veré de nuevo el sol. Quizás nuevos desiertos, en los que por más que he buscado, nada he encontrado y sólo al querer retroceder, contemplo tus huellas, las que vas dejando al cargarme en tus brazos para que no desmaye, y es lo único que me ha dado nuevas fuerzas para seguir.
Con todo puedo decir, porque lo sé, que aún no es el final, me queda mucho más por recorrer, pero ante tantas personas que caminan a mi lado me pregunto, ¿Cómo poder reconocer a quien sólo me acompañará a pasar por el bosque sombrío? porque sólo me acompañará un tiempo en el camino, luego se irá por el sendero que le corresponda y tendré que seguir el viaje hasta llegar a mi lugar.
Sólo sé que cada vez estoy más preparada para sobrellevar lo que ha de venir, pero no confiada, porque no conozco los nuevos desafíos, las nuevas pruebas que tendré que enfrentar, rodillas peladas, ojos hinchados y de nuevo esos ecos alrededor, sólo espero no volverlos a oír y sólo prestar atención a la verdadera voz que en mi interior nuevamente se va a oír, tendré que estar más atenta esta vez, pero no ansiosa, el miedo no puede volver a alterar el verdadero sonido, tendré que estar alerta para captar aquel hermoso sonido que anhelo muy pronto volver a disfrutar, no importa dónde ni de qué lugar, sólo quiero que pase ya!

miércoles, 1 de mayo de 2013

Así como una flor


Hay veces en que somos como aquella hermosa flor que resplandece en el jardín. 

Nuestro cuidador con amor, a diario nos riega, nos fortifica. 
En el frío y en la tormenta nos cubre, protege y se alegra su corazón cuando nos ve disfrutar con la suave brisa.
Un día, alguien pasa en el camino, nos ve y nos codicia. Diariamente pasa a nuestro lado hasta que logra llamar nuestra atención, nos encanta y nos saca del jardín.
Día a día nos disfrutó, pero pronto se olvidó de lo valiosa que fuimos en algún momento para él. Se olvida que hizo tantas cosas sólo por tenernos consigo y simplemente nos deja a un lado, despreocupándose de nuestra felicidad y bienestar, pasando a ser sólo un adorno para mostrar, logrando con eso que olvidemos nuestro valor, olvidemos el sacrificio del que nos amo primero, y neciamente nos dejamos marchitar por la soledad en la que nos dejó aquel por el que nos dejamos encantar.
Afortunadamente Dios como Sol, no importa en que lugar estemos, o lo olvidada que podamos estar, Él nos alcanza con sus rayos de amor y nos vuelve a dar vitalidad. Nos devuelve nuestro valor original, nos pone una vez más entre las amadas flores de su jardín. Quizás nuevamente expuesta, codiciada por muchos y a la vista de todos, pero ahora con las raíces más fuertes y sujetas al amor del que con paciencia nos cultivó.

¡CUIDADO! Cambio de riel


De camino a casa,  por los parlantes del metro que anunciaban: "Señores pasajeros, precaución por movimiento de cambio de riel", y me pregunté, ¿Qué tan preparada estoy para un nuevo movimiento en mi vida? No importa en el área donde esto suceda, ¿Permaneceré en pie?

Hay veces que en la vida sentimos que estamos en la máxima plenitud, parece que todo marcha muy bien, pero de la nada aparecen los temores, esos que nacen por situaciones ya vividas, las que no queremos volver a experimentar porque dejaron huellas, entonces me pregunto, ¿Qué hago? y la respuesta es que debo seguir avanzando pero con cuidado, y viene una nueva interrogante ¿Qué de los terceros?, ¿Cómo se hace para no lastimarlos al estar, sin querer a la defensiva? y para ello no hay respuesta. 
Nadie me dijo que la vida era fácil, pero aún con sus dificultades me gusta, soy feliz y quiero serlo aún más. No quiero arruinar por estos temores, todo lo bello que he encontrado en este camino. He conocido gente hermosa y me he reencontrado con otras que fueron importante en el pasado. 
En este tren que es mi vida, en muy poco tiempo han existido varios "movimientos" inesperados, pero me encantan las sorpresas, así que ha sido grato, porque inclusive en aquellos en los que no estuve firme, gané ya que aprendí con el "tambaleo" , y con todo, cada instante sucede algo que me devuelve mi sonrisa, es sólo que desde ya me afirmo, porque no quiero volver a verla al revés =)