domingo, 12 de enero de 2014

Desvío en el camino

Han sido noches y días angustiantes pensando en lo que debo y en lo que quiero.
Es difícil cuando se quiere saber algo con tantas ansias, y cuando por fin tienes la respuesta, no quieres aceptarlo por mil razones que, de la nada, aparecen en la mente y que no tienen fundamento. Varias confirmaciones que te dice cual es la dirección que debo tomar, pero existe un ser que
me hace dudar… quisiera tener algo de que aferrarme para decidir, pero no tengo seguridad de nada, porque necesito hechos, y son lo que faltan, ¡Si tan sólo existiera una muestra de todo lo que vendrá, para saber que no debo seguir escapando, y eligiendo por lo que quiero hoy, y seguir por lo que hay para mi mañana! Pero nada hay, y el silencio absoluto me agobia me angustia, y hace que mi gran imaginación me haga visualizar las historias más impresionantes en mi mente, que aprietan mi corazón y me humedecen los ojos.
Necesito tranquilidad, y sé que no encontraré eso hasta que me sienta que posiciono mis pies en un sendero seguro.
Hoy estoy haciendo lo que se supone es correcto, pero duele demasiado, entonces me pregunto ¿Estoy haciendo lo correcto esta vez?, porque mis actos afectan a terceros, y me duele, y es cuando llega la duda y me cuestiono ¡Si tan sólo tuviera una certeza reflejada en hechos que afirmaran mi decisión! pero no la hay.

Debo seguir, pero camino sin certeza. Por más que existan muchos que alienten el sendero, yo no veo señales de que realmente sea un camino. ¡Ese es el problema! Una vez me desvíe, y dejé de lado el destino que había para mi, y ahora que me ponen de regreso en la ruta, no sé si aún me corresponda avanzar por allí. 

¿Por qué tiene que ser tan complicado?

Hoy duele, y mañana no sé. Antes creía saber qué es lo que habría después de hoy. Ya no sé siquiera qué será en el siguiente minuto.

Caminando casi a ciegas en medio del camino iluminado, hay muchas razones por la que debería avanzar confiadamente, pero no es lo que me indica dirección. Necesito un anuncio claro, y no es de capricho, realmente necesito las directrices para volver a caminar con confianza, para avanzar con paso firme, no importa las circunstancias, pero el silencio de hoy, sólo me detiene, me congela, y me hace dudar de hasta la más mínima expresión de todo lo que me rodea. Sólo espero no recibir el grito de las consecuencias de mi desvío.

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